Muralismo Vivo
Tantos cuerpos como muralismos…cada ser humano es un muralismo en movimiento. La calle es una danzar inagotable de muralismos que suben y bajan por las pendientes como columpios del deseo. El muralismo es el encuentro por excelencia. Miradas, cuerpos, silencios, desplazamientos, puntos cardinales, rutas libertarias. Una mancha en el andén se transforma en un edificio inflable, este en una ballena jorobada, luego en un planeta del infinito…tantos rostros y cuerpos de un muralismo vivo no narrado.
El juego es quizá el más bello muralismo de lo humano. Miradas, pálpitos, deseo, grito, abrazo, camino, pegunta, otro silencio, otra mirada, otros abrazos, miles de ecos, citas bajo la luna, despertar del deseo a la madrugada, nacimiento de los hijos al atardecer. Música, canto y pregunta para levantar los días y acostar las noches.
Galería de imágenes de niños y niñas interviniendo el cuerpo y el espacio.